Vivimos momentos muy convulsos. Los cambios que se están produciendo son tan importantes en lo económico, social, relaciones personales, … que nadie sabe qué  es lo que funciona y lo que no. Las experiencias previas nos ayudan a tomar decisiones, lógicamente, pero no nos dan la certeza de qué funcionará.

Quién iba a decirnos que existen personas grabando vídeos mientras juegan a la «playstation» que ganan mucho más dinero que un banquero o muchos empresarios (youtubers), o que la mayor empresa de alojamientos no iba a tener ningún hotel en propiedad (Airbnb). Todo ha cambiado, y las formas de hacer  también deben cambiar.